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Yucatán punto de arranque de ambicioso plan mundial de reforestación

A través del “Billion Agave Project”, Yucatán será uno de los puntos de inicio de la reforestación mundial para el secuestro de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera y contribuir con la mitigación del cambio climático, informó el coordinador nacional del proyecto, Luis Arturo Carrillo.
En rueda de prensa en el auditorio del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) indicó que el objetivo de este proyecto es sembrar mil millones de plantas de agave en todo el mundo, pues se ha demostrado que este tipo de planta absorbe grandes cantidades de dióxido de carbono que es uno de los principales factores del cambio climático.
“Bueno, esa es una de las ventajas de plantar agaves, secuestrar el CO2 causante del cambio climático por la emisión de gases de efecto invernadero, entre ellos el CO2, que es el principal. Si lo que hacemos con los agaves es secuestrarlo, lo estamos devolviendo a donde debe estar, donde siempre debió haber estado, que es en el suelo,
“Entonces a 300 toneladas por hectárea y si llegamos a sembrar millones de hectáreas, pues sería en millones de toneladas que estaríamos secuestrando de medio ambiente, con un impacto global” advirtió.
“¿A cuánto tiempo pensamos en los millones de agaves sembrados? Preguntamos. En unos 10 años ya habremos llegado a esa meta, en 10 años ya tendríamos los mil millones de plantas sembradas en todo el mundo, no solo aquí en Yucatán, sino en todo el mundo.
Aclaró que, en África, donde tienen regiones muy áridas y semiáridas, justo estuvimos en un simposio de zonas desérticas y semidesérticas donde les expusimos el proyecto y hubo mucho interés por llevar la planta allá y empezar a generar toda una economía, una regeneración ambiental, una regeneración social y un secuestro de carbono a partir del proyecto de mil millones de agaves.
Dijo que no hay una meta en términos de secuestro de carbono, es uno de los beneficios colaterales del proyecto y la meta simbólica, son mil millones de plantas en todo el mundo, empezando aquí en México.
“La iniciativa surge aquí, en México somos una organización internacional, pero por ser nuestro país centro de origen del agave y de que hay una cultura ancestral del uso del agave, la plantación y el cuidado, estamos iniciando aquí en México, en lugares emblemáticos del agave: Yucatán-henequén, conocido en todo el mundo por su agave, luego la región del Bajío, Agave Azul-Tequila y Oaxaca-Mezcal”.
Explicó que la idea es desarrollar tres núcleos de implementación, uno aquí en Yucatán, uno en Oaxaca y otro en San Miguel Allende, en donde se haga investigación y donde se generan proyectos productivos alrededor del agave.
“Se ha identificado comercialmente alrededor de 10 productos como linulina, por ejemplo, ácido láctico, jarabe, melaza, consorcios enzimáticos, fermentados, forrajes, que pretendemos convertirlos en pequeñas empresas, al principio piloto, comunitarias que generen empleo, que generan recursos que agreguen valor al cultivo para incentivar su cultivo y que una planta te dé lo que queda de fibra, más todo lo que te da de los otros productos que hoy se desperdician quedan tirados y se convierten en cambio climático”.
Aseveró que la idea es desarrollar esos proyectos productivos de acuerdo con la vocación de cada una de las zonas en esas tres zonas de implementación.
“Ese tipo de proyectos solo caminan cuando hay un concierto de sectores, no podemos desarrollarlos sin en el sector social que son los ejidatarios, campesinos; sin el sector privado, en ese caso la Hacienda Sotuta, sin la academia que hace una investigación como el CICY, sin el sector social, que somos nosotros impulsando, consiguiendo financiamiento y sin el sector público, también creando interiores mecanismos para poder, como le dije a los subsecretarios, abrir canales de comercialización y generar la normativa y la política pública que apoye ese tipo de proyectos.
La idea es que no veamos plantaciones de henequén como antaño, vamos a ver muchas plantaciones, sobre todo en terrenos ya alterados, no vamos a tumbar un metro cuadrado de selva, sino la idea es trabajar en donde ya está la selva intervenida y vamos a enriquecer los cultivos en el que con otros cultivos que hagan un sistema que acumula mucho más biodiversidad, que recupere más selva, que se muestre más.

Edgar Muñoz

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