Mérida

Desabasto agrava cuesta de enero

La escalada de precios en productos de la canasta básica golpea bolsillos de consumidores y también a comerciantes mayoristas en la Central de Abastos de Mérida, con aumentos dobles en legumbres como el jitomate, que en dos semanas aumentó el precio kilo de 25 a 40 pesos.

Hay escasez de hortalizas, tomate, cebolla y pepino en los principales locales mayoristas, así como en los mercados de detalle, con el consecuente encarecimiento de estos productos esenciales.

Los administradores y expendedores de bodegas al oriente de la ciudad explicaron que la merma en el jitomate se debe a las heladas en el norte del país con afectaciones severas a los cultivos de Sinaloa. Los repartidores del fruto llegan con menos producto de primera calidad a la Central de Abasto y los compradores se arrebatan las cajas desde la medianoche.

El administrador de “El Huerto del Edén”, Eustacio Rodríguez, refirió que la cebolla pasó de 20 a pesos el kilo y las bajas ventas ya son motivo de preocupación porque desde el regreso de la pandemia no se había resentido tanto una cuesta de enero como la actual.

Hay merma en la entrega del tomate, jitomate, cebolla, básicamente por las heladas en Sinaloa que quemaron los cultivos, todo se ha encarecido y a veces no llega producto suficiente, el que llega viene muy caro y para conseguir el restante tenemos que irnos hasta Campeche a traerlo nosotros —los locatarios— pero eso suma gastos de gasolina y transportación”, comentó el comerciante.

Por su parte, el propietario del local “Campos”, José Alarcón, detalló que el alza de precios es generalizada en toda la Central entre el 30 y 40 por ciento, al citar que en menos de un mes la caja de 20 kilos de chayote subió de 230 pesos a 520, la de pepino pasó de 230 pesos a 510 y la de jitomate de 815 a $250 pesos.

Todos los años en enero se sufre el aumento de precios, pero este -2024— en especial ha sido peor que los anteriores. La gente no está viniendo en el día, los de comercios más medianos, pasan de madrugada los que se llevan el gran consumo y baja mucho la venta”, indicó el expendedor.

Indicó que sostiene una cartera de clientelar de 15 comercios de medio mayoreo en consumo, como hoteles, restaurantes del centro y fruterías al norte de la ciudad, pero han reducido los perdidos hasta en un 40 por ciento.

Mis clientes de hoteles me dicen que no tienen gente, sus restaurantes están con poca afluencia, igual me comentan las fruterías, se llevan de a dos o cuatro kilos cuando apenas se cargaban la caja entera”, agregó Alarcón.

Durante el día quedan unas cuantas cajas de jitomate de primera calidad en la Central de Abastos, pero no son suficientes para el mercado de detalle. A la vista son ofrecidos cajones del fruto rojo, pero de segunda o tercera mano ya en precio de remate.

Fabio Fuentes

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