De continuar la tendencia que se ha presentado, con frentes fríos que no traen lluvia, podría adelantarse la sequía para que se presente a principios de febrero, cuando tradicionalmente se presenta siempre a finales de dicho mes, destacó el metrólogo del Comité Institucional para la Atención de Fenómenos Meteorológicos Extremos (Ciafeme) de la Uady, Juan Vázquez Montalvo.
Explicó que la sequía en Yucatán abarca desde fines de febrero hasta que empiezan las lluvias en el mes de mayo y la parte más fuerte es en el mes de abril, pero este año hay elementos del fenómeno de El Niño en la fase pico y otros factores que pueden alterar la tendencia.
“Hay signos de alarma; los frentes fríos, por desgracia, no han sido fuertes, han sido de débiles a moderados y han traído poca lluvia; ya desde diciembre se veía este caso que llegaban, pero no traían agua. De hecho, el monitor de diciembre de sequía de la Conagua marca ya zona de sequía, la zona oeste, noroeste, norte o noreste del estado donde está Mérida”, expuso.
Así, dijo que si en los 15 días que le restan al mes de enero continúa la tendencia, con frentes fríos sin agua, que es como si no lloviera, podría adelantarse la sequía.
“El monte ya se está secando y es probable que aumenten las zonas con mayor zona marcada con sequía moderada en el estado y de seguir la misma tendencia, no sería raro que en inicios de febrero ya esté arrancando la sequía, con el riesgo de que haya quemas anticipadas”, agregó.
De hecho, comentó que ya en la carretera, del noreste y del norte del estado, se han presentado conatos de incendio por la actividad humana, por colillas de cigarro o por el efecto de lupa a partir de botellas u otros.
Si se adelantara la sequía, expuso, se tendría que adelantar todo lo que tiene que ver con las quemas, como, por ejemplo, hacer las guardarrayas en el campo, así como extremar precauciones para evitar incendios.
En cuanto a la disponibilidad de agua, dijo que ese no sería un problema para la entidad, aunque se adelante la sequía, pues hay agua suficiente en el subsuelo.
“A diferencia de otras partes del país que tendrán severas consecuencias cuando El Niño se presente de lleno en marzo, nosotros no tenemos problemas en Yucatán, porque el manto acuífero tiene 1.60 metros sobre el nivel medio del maro, cuando debería ser .80 metros, es decir, tenemos .80 metros más de agua, desde que reboso el acuífero en 2020”, dijo.
Reiteró que no pasará lo que en otros momentos que hubo sequía, como en 2020 o en 1986, cuando fue severa, a tal grado que estuvo en riesgo la disponibilidad de agua en los pozos de extracción.
David Rico
