El juicio por difamación contra el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump (2017-2021), fue aplazado hasta nuevo aviso debido a la enfermedad de uno de los nueve miembros del jurado.
En la sala de audiencias, la escritora E. Jean Carroll y el exmandatario estuvieron presentes cuando el juez Lewis Kaplan canceló la sesión programada para el 22 de enero de 2024.
Durante el día, todos los jurados se someterán a pruebas de COVID-19, ya que la abogada de Trump, Alina Habba, informó que había estado en contacto con sus padres tres días antes, quienes posteriormente dieron positivo en las pruebas de coronavirus. A pesar de presentar fiebre e ir sin cubrebocas, Habba dio negativo esa mañana.
La abogada expresó al juez que el expresidente y candidato a las primarias republicanas tiene la intención de testificar en el juicio, pero no podrá hacerlo el martes debido a las primarias de New Hampshire, un evento crucial en el proceso electoral.
El juez Kaplan no tomó una decisión inmediata sobre la posibilidad de que Trump testifique el miércoles y tampoco confirmó si las audiencias se reanudarán al día siguiente.
La abogada de Carroll manifestó su deseo de no prolongar más el juicio y expresó su preferencia de que este concluya el mismo martes.
En este juicio, Trump enfrenta acusaciones de difamación por haber afirmado en 2019 que no conocía a Carroll y que sus acusaciones de abuso sexual eran falsas. Carroll busca una compensación de 10 millones de dólares, cifra que, según una experta contratada por su equipo legal, resulta insuficiente comparada con los 12.1 millones de dólares que costaría restaurar su reputación y credibilidad.
En sesiones anteriores, el equipo legal de Carroll argumentó que las declaraciones de Trump dañaron su reputación como columnista, perdiendo credibilidad y versatilidad en los medios, además de sufrir acoso por parte de seguidores del expresidente.
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La defensa de Trump sostiene que la carrera de Carroll ya estaba en declive antes de las acusaciones y que estas le proporcionaron más seguidores y fama. Respecto al acoso en redes sociales, la defensa argumenta que ocurrió tras las acusaciones iniciales de Carroll, no como respuesta directa de Trump, respaldándose en la teoría de que los mensajes amenazantes se recibieron antes de la respuesta del expresidente.
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