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El tequila, bebida de alcurnia, de alto nivel y sofisticada

Para la sommelier Sandra Fernández el tequila debe verse como cualquier bebida de alcurnia, de alto nivel y sofisticada, como cualquier otro destilado del mundo.
“Creo que al tequila le falta aun poco esa voz para llegar a experiencias como lo pueden hacer ortos destilados del mundo y Casa Dragones lo hace”, expuso.
La experta en el mundo del tequila y los licores ofreció la Cata Historias de Tequila y Tabaco en el Hotel Chablé en Chcholá, Yucatán, donde se vivió una experiencia de maridaje con cuatro variedades: joven, blanco, añejo y reposado de Casa Dragones, además de canapés elaborados por el chef del lugar.
Explicó que este ejercicio se hizo por una iniciativa que tuvo con Chablé, aprovechando el Cigar Bar del lugar, vinculando dos cosas que para ella son increíbles, el mundo del habano y del tequila, y “¿porqué no unir esas dos cosas increíbles?, y así es como nació”.
Explicó que Casa Dragones es una compañía tequilera que tiene 15 años en la industria y que la funda la primera mujer tequilera, Bertha González Nieves.
“Es una marca con la que colaboro haciendo educación y experiencias de público final, para poder permear el mensaje que Bertha siempre ha querido dar, de un tequila sofisticado, un tequila para maridar, un tequila que está empujando la industria hacia el futuro y que ha cambiado la conversación del mundo tequilero”, expuso.
Así, esta visión se aterrizó en la cata que se llevó a cabo en Chablé, con tequila y un puro que fuera el adecuado para vivir la experiencia.
“Porque cuando incorporas un puro no es común, es transgresor. Y creo que hoy el mundo se hace de sinergias, con gente de profesionalismo increíble, con una casa tequilera de alto nivel de sofisticación, con una voz congruente que habla como mujer de la industria tequilera de México y una casa de puros que es elegante y sofisticada”, dijo.
De la experiencia ofrecida en Chablé, explicó que se probaron cuatro tequilas de Casa Dragones: joven, reposado, blanco y añejo.
“Los probamos en diferentes momentos de la noche y con diferentes canapés que preparó el chef (Gregorio Oy) que fue generoso, además, con el caviar que es umami y el umami hace una elaboración de sabor muy interesante”, expuso.
Dijo que el chef cocinó cada uno de los canapés en función de los tequilas, donde la cocina trabajó para el líquido y no el liquido para la cocina.
“Tuvimos tres bites y luego el último añejo con la experiencia de postre con puro, con un puro Davidoff, de una casa de aterrizaje suizo y de elaboración en República Dominicana, un puro que es el Milenio con una capa de Ecuador, un puro elegante y suave”.
Consideró que la clave son los tequilas de Casa Dragones que son bonitos y fáciles de beber, pero complejos al mismo tiempo.
“Y si es rico y fácil de beber derecho, pero al mismo tiempo tiene complejidad para aplicarlo a la cocina, haces una experiencia ganadora”, señaló.

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