Miércoles de ceniza, reflexión y penitencia

El miércoles de ceniza, marca el inicio de la cuaresma y continúa siendo un momento significativo en la tradición cristiana de Yucatán, informó el historiador Raúl Rivero Canto.
En Yucatán, el miércoles de ceniza no solo marca el comienzo de un período de reflexión y penitencia para los fieles, sino que también representa un parteaguas en la fe cristiana que se mantiene vigente a lo largo del tiempo. Esta celebración, arraigada en la cultura y la tradición del estado, reúne a comunidades de creyentes en torno a la práctica de la imposición de ceniza, un símbolo de humildad y arrepentimiento.
“Son 40 días antes de la preparación para la Semana Santa, es decir; desde el año 600 ya se celebraba para marcar con ceniza la cabeza de los penitentes, que refleja que la persona va a iniciar un camino de preparación para vivir profundamente la Semana Santa, no significa de que tu vida vaya a ser perfecta, pero si un símbolo de que quieres ver ese cambio”, expresó.
Además, resaltó la importancia histórica y cultural del miércoles de ceniza en Yucatán, subrayando su papel como un momento de renovación espiritual y compromiso religioso para los habitantes de la región. A lo largo de los siglos, esta celebración ha perdurado como una manifestación de la profunda fe cristiana que caracteriza a la comunidad yucateca.
“Pensar que el cronista Eusebio de Cesarea ya habla de la cuaresma desde principios de los siglos y cómo este proceso se ha desarrollado y con prácticas que han perdurado como la abstinencia de la carne de animales de sangre roja, es decir; si se puede comer pescados y mariscos, pero no mamíferos no pollo, no res, no cerdo, no pavo y el ayuno que significa privarse de una comida al día de ahí la palabra desayuno que es romper con el ayuno”, precisó.
En el contexto actual, el miércoles de ceniza adquiere un significado particular, sirviendo como una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos y las esperanzas que enfrenta la sociedad, así como para renovar el compromiso con los valores de la fe y la solidaridad.
“Como por ejemplo la limosna, que significa ser empáticos con los más necesitados y controlar ciertas mortificaciones e impulsos para dedicarse con mayor concentración con uno mismo”
Por último, dijo que la celebración del miércoles de ceniza en Yucatán es un testimonio vivo de la riqueza cultural y espiritual de la región, destacando la continuidad y la relevancia de las tradiciones religiosas en la vida cotidiana de sus habitantes, “en las iglesias disminuirá la imposición de flores y las decoraciones lucirán colores morados y no se cantarán los Gloria ni el Aleluya en la misa”.