En una reunión celebrada por pescadores de Chicxulub expresaron su preocupación por el furtivismo y la necesidad de imponer penas más severas tanto para los que pescan ilegalmente como para quienes compran productos de esta procedencia. Argumentan que esta práctica ilegal afecta significativamente el precio de las especies capturadas de manera legal.
Durante la reunión, uno de los asistentes compartió su experiencia, mencionando cómo los compradores, al tener sus bodegas llenas de productos ilegales, imponen precios bajos a los pescadores que intentan vender sus capturas legales. Esta situación, según señalan, es injusta, ya que los compradores no enfrentan consecuencias por adquirir productos de origen ilegal.
Con el objetivo de formalizar sus esfuerzos, los organizadores anunciaron la creación de una asociación civil. Se estableció una directiva provisional, la cual no incluye a todos los pescadores de momento para reducir los costos asociados a la formación de la A.C. Sin embargo, se espera que, una vez consolidada, se integren formalmente todos los pescadores de Chicxulub interesados en trabajar legalmente.
La directiva provisional de la futura asociación civil quedó conformada de la siguiente manera: Raúl Josep Castro Ale como presidente, David Fuentes como secretario y Antonio Cano Chan como vocal financiero. Además, se anunció la formación de un Consejo de Vigilancia, encabezado por José de Jesús Valencia Figueroa como presidente y Miguel Betancourt Ávila como secretario, junto con varios vocales.
