Yucatán está viviendo ya una crisis de agua por la sobre explotación del acuífero por parte de mega empresas, además de que el agua del subsuelo tiene ya la presencia de muchos contaminantes, sin que exista un sistema real de potabilización de agua, pues el vital líquido solo se colora y se entuba, señalaron integrantes del Consejo Ciudadano por el Agua de Yucatán (CCAY), de la agrupación Agua para Todos y otras organizaciones.
En una manifestación que se llevó a cabo en la Plaza Grande de Mérida, se manifestaron en contra de la Ley General de Aguas que se pretende impulsar desde el Congreso de la Unión y que no defiende los intereses del pueblo ni de los derechos humanos, sino de las grandes empresas.
En este contexto, Teresa Denegre-Vaught, del CCAY, expuso que se entregó, por parte de la Coordinadora Nacional Agua para Todos, Agua para la Vida, una iniciativa ciudadana para crear la Ley del Agua, con más de 198 mil firmas obtenidas en un proceso ciudadano de consultas, basada en 12 consensos, entre los que destacan:
Respetar la naturaleza; Respetar aguas de pueblos y comunidades; Coadministrar las aguas en territorios; Derecho a vetar proyectos dañinos; Prohibir agua para minería tóxica y fracking; Democratizar los servicios del agua; Priorizar agua para soberanía alimentaria; Asegurar recursos públicos suficientes.
En el caso de Yucatán, afirmó que ya se vive una crisis del agua, porque no hay sistemas eficientes de potabilización de agua, solo se clora y se entuba, además de que en comunidades se entrega el vital líquido por tandeo, solo 4 a 5 horas al día.
“Yucatán es el lugar 31 de 32 entidades en el manejo de aguas residuales, pues se trata solo el 3 por ciento y falta vigilancia y monitoreo para evitar descargas de aguas residuales al acuífero subterráneo contaminado”, señaló.
Además, se prevé una alta contaminación y sobre explotación del acuífero por los permisos que se han dado a mega fábricas y mega granjas porcícolas, avícolas, cerveceras y refresqueras.
“Los análisis de agua realizados por diversas instituciones dan cuenta de coliformes fecales, metales pesados, nitratos, agroquímicos, hidrocarburos, drogas lícitas y medicamentos, todos pos arriba de la normatividad nacional e internacional”, expuso.
En el caso de la industria refresquera, añadió, se extraen anualmente 9 mil 500 millones de litros de agua al año y la sobre explotación por la industria cervecera y refresquera provocan la salinización de pozos, deshabilitándolos para su uso y disminuye la reserva de agua dulce.
“En Hunucmá, la cervecera se lleva el 36 por ciento del agua de todo el municipio y extrae 7.5 millones de metros cúbicos por año, superando tres veces el volumen concesionado para el consumo público urbano”, señaló.
Además, expuso que el crecimiento inmobiliario no responde a una necesidad real de vivienda (lotes de inversión, fraccionamientos) ni existe infraestructura hidráulica para su implementación y desarrollo, por lo tanto, ya son otra fuente de contaminación.
Por lo anterior, las organizaciones piden al Congreso de la Unión desechar todo proyecto de Ley que no emane del pueblo, además que de aprobarse alguna Ley sea de corte ciudadano, que garantice el respeto a los derechos humanos, que tenga como premisa la abrogación de la Ley de Aguas Nacionales de 1992, porque no vela por el derecho humano al agua asequible y sí aprueba las mega industrias extractoras y contaminantes.
