En las últimas semanas han incrementado los varamientos de tortugas marinas en las costas de Yucatán, pero es importante saber qué hacer en estos casos ya que manipular a los quelonios puede implicar un riesgo para la salud de las personas.
Galia González Guillén, integrante de la agrupación Ekuneil Península de Yucatán y del Club de la Tortuga Telchac Puerto, dijo que es recurrente que la fina de la temporada de anidación se da este varamiento de tortugas, debido a enfermedades, condiciones climáticas o factores propiciados por las personas.
“En su mayoría hablamos de las hembras que llegan cansadas por desovar, porque han tenido en toda esta etapa una mala alimentación, otras llegan enfermas a las playas y por ello es que observamos estos varamientos, pero es importante saber qué hacer y qué no hacer”, dijo.
Agregó que también, algunas veces, las tortugas llegan heridas a causa de algún depredador y al no poder sanar llegan a la orilla de la playa.
En el caso de Telchac Puerto, donde trabaja el Club de la Tortuga, expuso, se han atendido los reportes de entre 15 y 20 tortugas varadas, lo que es una cifra de bastante consideración. Además, dijo que casos similares se dan en otros puntos de la costa yucateca, donde hay otros campamentos y agrupaciones que trabajan en dar atención a los quelonios.
De las especies que más se cuentan, son de la especie Carey y Caguama, que son las que en general tienen mayor presencia y los meses fuertes de varamientos son febrero y principios de marzo, luego de lo cual disminuye.
Expuso que lo primero que hay que hacer cuando se detecta una tortuga varada es dar aviso a las autoridades, así como se debe evitar tocar al ejemplar.
“Porque muchas veces las tortugas tienen enfermedades que a nosotros nos pueden caer bastante mal como salmonela, fibropapiloma, y sí puede ser bastante dañino para nosotros y no estamos conscientes de si estamos haciendo un buen o mal manejo”, expuso.
Agregó que, muchas veces por buena voluntad de ayudar al animal, la gente puede ponerse en riesgo y no solo eso, sino que puede causar más daño al animal.
“Siempre es llamar a las autoridades y si el ejemplar está vivo se mantiene hidratado, sin tocarlo y ya las autoridades se hacen cargo de ellos”, expuso.
Muchas veces, comentó, por buena voluntad y afán de ayudar, las personas intentan regresar a las tortugas al mar, lo cual no se debe hacer, porque puede estar enferma o herida.
“No hay que regresarlas al mar, porque no sabemos en qué condiciones estaba el animal, puede estar cansado o enfermo y ocasionaría que el animal regrese de nuevo y que se desgaste mucho más”, expuso.
Reiteró que se ha hecho común ver a las tortugas varadas, ya sea vivas o muertas, pero la indicación principal es no tocarlas, porque puede transmitir alguna enfermedad a las personas o se les puede lastimar de gravedad.