En días pasados, la Comisión de Arte y Cultura, del Congreso de Yucatán, aprobó por unanimidad el proyecto de decreto para declarar Patrimonio Cultural Intangible del Estado al conjunto de técnicas y conocimientos relativos al Bordado Maya Yucateco. Además, se solicitó la elaboración de proyectos de dictámenes de las iniciativas para declarar el 4 de octubre como el “Día Estatal del Cuidado de las Mascotas”, declarar Patrimonio Cultural Intangible del Estado al levantamiento popular acontecido el 4 de junio de 1910 en Valladolid, conocido como “La Chispa de la Rebelión de Valladolid”, precursor de la Revolución Social Mexicana y declarar el Hanal Pixán como Patrimonio Cultural Intangible para el Estado de Yucatán.
El bordado maya yucateco es una práctica con la mayor diversidad de técnicas y el mayor número de bordadoras en México, además de que representa una actividad social, cultural y económica fundamental para las comunidades, por ello se ha promovido que sea reconocido como Patrimonio Cultural Intangible del Estado.
“Es muy antigua la práctica, se sabe que se realiza desde la época prehispánica porque se ha documentado a través de tejidos recuperados en el cenote de Chichén Itzá que tienen siglos de antigüedad, pero además tiene una raíz muy profunda y es un símbolo de identidad importantísimo tanto en los pueblos como en la capital. Es la única producción artesanal que es un símbolo de identidad yucateco muy fuerte porque se identifican todos: ricos, pobres, dzules, mayas, rurales, citadinos, hombres, niños… Todo mundo lo aprecia y le gusta”, destacó Silvia Terán, consultora de Patrimonio Cultural Inmaterial para la Unesco y una de las promotoras de la declaratoria.
El pasado 6 de marzo, la Comisión Permanente de Arte y Cultura del Congreso de Yucatán aprobó el proyecto por el que se declara como Patrimonio Cultural Intangible del Estado, al conjunto de técnicas y conocimientos relativos al bordado maya yucateco, con lo que solo faltaría la aprobación del pleno para que sea una realidad.
“Creemos que este reconocimiento es una oportunidad para brindar una igualdad de oportunidades a las mujeres que se dedican a esta práctica y que es una declaratoria que puede ayudar a reconocer el valor que tienen las mujeres yucatecas de las comunidades rurales como pilares y sostenes de sus comunidades y familias”, compartió Carlos Tejada, también consultor de la Unesco.
La Unesco basa su proyecto en tres ejes: el patrimonio cultural inmaterial, el bordado maya yucateco como modelo de negocios y las masculinidades, es decir, cómo influye el machismo como barrera para la transmisión y práctica del bordado y cómo eliminar esta situación.
El 18 de marzo es probable que se discuta en el pleno el dictamen para definir la declaratoria, que prácticamente es un hecho.
Cabe destacar que el Bordado Maya Yucateco se encuentra presente en casi todo el estado, con diferentes estilos y características distintivas en cada región. Algunos de los lugares más reconocidos por su tradición en este arte son:
- Valladolid: Famoso por el hipil terno y el bordado con punto de cruz.
- Tizimín: Reconocido por el hipil pepenado y el uso de colores vibrantes.
- Chemax: Destaca por el uso de la técnica del “xoc-chuy” (bordado de relleno).
- Umán: El hipil jubón y el uso de la técnica del “jaspe”.
- Izamal: Famoso por el hipil de tres lienzos y el uso de colores pastel.
- Motul: Destaca el hipil “al corte” y el uso de la técnica del “relleno”.
- Ticul: Famoso por el hipil de “alforja” y el uso de la técnica del “deshilado”.
- Tekax: Reconocido por el hipil “bordado a mano” y el uso de motivos florales.
- Maní: Conocido por el hipil “estilo antiguo” y el uso de colores naturales.
- Dzibilchaltún: Famoso por el bordado con motivos prehispánicos.