Tecnología RFID impulsaría la industria textil en México
Una firma de consultoría especializada en cadena de suministro y logística señaló que la gestión de inventarios y la optimización de procesos se vuelven fundamentales para el éxito de una competitiva industria como la de México, quinto socio comercial en importaciones de Estados Unidos, con un valor de 5,725 millones de dólares en el primer trimestre de 2024 según reportó la Cámara Nacional de la Industria Textil (CANAINTEX).
El CEO de Logística de México (LDM), José Ambe, indicó que para transformar la operación de los negocios textiles en el mercado, tanto en los Centros de Distribución (CEDIS) como en los puntos de venta, la adopción tecnología de Identificación por Radiofrecuencia (RFID) esa fundamental porque impulsa la eficiencia.
Su compañía identificó beneficios como reducciones de hasta el 99% en errores al surtir mercancía, 47% en personal para gestión de inventarios, y 90% en tiempos de surtido de pedidos y recepción de mercancía, entre otros.
En América Latina, los costos logísticos representan el 24% del valor del producto, mientras que las empresas que implementan RFID en países desarrollados reducen este porcentaje al 8%, según el Banco Mundial; y a nivel global, varios retailers están adoptando el RFID como tecnología mandataria en su red de proveedores.
¿Qué es el RFID?
La tecnología de Identificación por Radiofrecuencia (RFID) es un sistema que utiliza ondas de radio para identificar y rastrear objetos. Son etiquetas o tags RFID que contienen información almacenada y lectores que emiten y reciben señales de radio para comunicarse con las etiquetas.
¿Cómo funciona la tecnología RFID?
El RFID es un sistema de detección entre objetos a través de radiofrecuencia; cuando el lector emite una señal, las etiquetas RFID captan la señal y se activan y transmiten al lector transmitiendo la información almacenada en un microchip; luego se procesa la información y la envía a un sistema centralizado o a otro dispositivo para su procesamiento y análisis
Las Etiquetas RFID: Son pequeños dispositivos electrónicos que contienen un microchip y una antena. Pueden ser pasivas (sin batería) o activas (con batería).
Lectores RFID: Son dispositivos que emiten señales de radio y reciben las respuestas de las etiquetas RFID.
Existen 3 tipos de Etiquetas RFID: Pasivas: que tienen energía del campo electromagnético; Activas: que cuentan con su propia fuente de energía, transmiten señales de forma independiente; Semi-pasivas: que combinan características y son utilizadas cuando se necesita mayor funcionalidad y flexibilidad.
Mientras que los Lectores RFID pueden ser Lectores fijos: instalados en una ubicación; Portátiles: que pueden ser llevados por los usuarios; e Integrados: que se instalan en otros dispositivos, como teléfonos móviles, tablets o impresoras.
Aparte de los beneficios evidentes la tecnología RFID, también permite a las empresas optimizar sus procesos de compra, planificación, surtido y comercialización; esto, a su vez, fortalece sus estrategias de ventas en línea y de omnicanalidad, potenciando aún más su rendimiento en el mercado, según los expertos de LDM.