Aumentará el precio de la tortilla: hasta 28 pesos por kilo en Yucatán

A partir del próximo 1 de agosto, el precio del kilogramo de tortillas en Yucatán aumentará, llegando hasta los 28 pesos, debido a un alza en el costo de la harina de maíz, adelantaron molineros de Mérida.
El ajuste, explicaron, es parte de una espiral inflacionaria que afecta a otros insumos de la industria molinera, haciendo insostenible el costo actual del producto.

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En un recorrido por molinos del primer cuadro de Mérida se pudo constatar que el precio de la tortilla varía entre 22 y 24 pesos por kilogramo. De acuerdo con Armando Casanova, dependiente de un molino del mercado Lucas de Gálvez, el rango de precios será de 23 a 28 pesos por kilogramo a partir de agosto, dependiendo de las tarifas de producción de cada establecimiento.

“El aumento más reciente en la harina de maíz ya nos fue anticipado por las principales empresas harineras: la tonelada subirá a 16,750 pesos, lo cual representa un incremento de 1,250 pesos”, detalló Julián Santos, dependiente de un molino ubicado a la entrada del mercado San Benito.

Este aumento de las harineras se suma a una serie de alzas en otros insumos esenciales para la producción de tortillas. Así, el primer semestre del año también ha visto un aumento del 25 por ciento en el precio del maíz, y el gas LP, crucial para la producción en tortillerías, ha subido un 20 por ciento en el mismo periodo.

Además, el precio de las refacciones para maquinaria ha aumentado un 15 por ciento, y las gasolinas han tenido diversas variaciones.

Este panorama inflacionario impacta de manera desigual a las diferentes tortillerías. Algunas pueden conseguir mejores precios al comprar en grandes volúmenes, permitiéndoles aplicar un alza menor al producto final. Sin embargo, los establecimientos de menor tamaño no gozan de este beneficio y se ven forzados a trasladar el incremento de esos costos a los consumidores.

El alza en el precio de la tortilla, un alimento básico en la dieta mexicana, es un reflejo de las presiones inflacionarias que afectan a diversos sectores de la economía. Este ajuste podría tener repercusiones significativas en el poder adquisitivo de las familias yucatecas, que deberán enfrentar mayores costos en su alimentación diaria.

Katia Leyva