Convierten cenote “Tu’ul” en espacio cultural
A pesar de la ausencia de agua, su importancia no ha disminuido, sino que ha encontrado una nueva forma de brillar a través de la narración de leyendas y la celebración de la cultura local
En el municipio de Kantunil, al oriente de Yucatán, se encuentra el cenote “Tu’ul” en maya que en español significa “conejo”, un cuerpo cavernoso que, aunque no posee agua en la actualidad, sigue representando la majestuosidad y el profundo significado histórico y cultural de estos formaciones naturales.
El cenote “Tu’ul” ha sido testigo del paso del tiempo y de la historia de la región. Estos cuerpos cavernosos, conocidos por su conexión con la cosmogonía maya, eran considerados sagrados y utilizados tanto para rituales religiosos como para el abastecimiento de agua.
Con el paso de los años, el agua del cenote “Tu’ul” comenzó a secarse, fenómeno que los pobladores de Kantunil observaron y documentaron. A pesar de la ausencia de agua, el cenote mantiene su importancia como un sitio de gran valor cultural y espiritual.
El historiador Raúl Rivero Canto, consideró que este tipo de espacios también dan identidad cultural a los municipios yucatecos, ya que la población tiene más conciencia de preservarlos, “a veces este tipo de ojos de agua se secan, muchas veces se conservan iguales, lo que sí es que es importante que también se aprovechen estos espacios para crear harte o bien para el turismo ya que son elementos únicos que nos brinda la naturaleza en Yucatán”.
Ante la falta de agua, la comunidad de Kantunil decidió darle un nuevo propósito al cenote “Tu’ull”. Hace un par de años, se emprendió un proyecto de restauración para convertirlo en un sitio cultural. Esta iniciativa buscaba no solo preservar el cenote, sino también crear un espacio donde la historia y las tradiciones locales pudieran ser compartidas y celebradas.
Una de las actividades más destacadas del cenote “Tu’ull” es la narración de leyendas por las noches durante la temporada de Día de Muertos o bien para las celebraciones del poblado. Estas sesiones culturales atraen tanto a locales como a visitantes, ofreciendo una experiencia única en la que se combinan la magia de las historias antiguas y el ambiente místico del cenote. Las leyendas narradas abarcan desde relatos mayas hasta historias contemporáneas, creando un vínculo entre el pasado y el presente.
Por último, Rivero Canto, señaló que el cenote “Tu’ul” en Kantunil es un claro ejemplo de cómo un recurso natural puede transformarse en un valioso espacio cultural. A pesar de la ausencia de agua, su importancia no ha disminuido, sino que ha encontrado una nueva forma de brillar a través de la narración de leyendas y la celebración de la cultura local. Este cenote es un testimonio de la resiliencia y creatividad de la comunidad de Kantunil, y un recordatorio de la riqueza histórica y cultural que Yucatán tiene para ofrecer.