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Filtra agua en la cúpula de la Catedral de San Ildefonso

En la cúpula se han registrado algunos daños como parte de las inclemencias del tiempo y de el paso de los años

Construida entre 1562 y 1598, la Catedral de Mérida es una de las edificaciones coloniales más importantes de América Latina. Sin embargo; las recientes lluvias han revelado que incluso los monumentos mejor protegidos pueden ser susceptibles a las inclemencias del tiempo.

El rector de la Catedral de San Ildefonso, Juan Pablo Moo Garrido, dijo que las precipitaciones han causado ciertas filtraciones en algunas estructuras, especialmente en la cúpula, pero que no han sido de gravedad.

Las filtraciones son un problema serio para cualquier edificación, pero cuando se trata de un monumento histórico de más de 400 años, el riesgo es aún mayor y hemos visto con estas primeras lluvias algunas filtraciones en la zona de la cúpula,” señaló.

Indicó que el agua ha comenzado a penetrar a través de pequeñas fisuras en la piedra y el mortero. Estas fisuras pueden expandirse y agravarse si no se toman medidas correctivas rápidamente. Además, se han identificado problemas similares en otras partes del edificio, como las paredes laterales y algunas capillas internas, donde la humedad ha causado manchas y desprendimientos de yeso.

Hemos encontrado manchas de humedad y algunos desprendimientos de yeso en varios puntos, pero se le ha dado el mantenimiento correcto para evitar que estos problemas se agraven”, precisó.

Asimismo, recordó que la Catedral de Mérida está asegurada como Monumento Histórico, lo que teóricamente debería facilitar la cobertura de daños y las reparaciones necesarias. Sin embargo; los procesos burocráticos pueden retrasar la llegada de fondos y la ejecución de las reparaciones urgentes del INAH.

Aunque hay un seguro, la evaluación de los daños y la aprobación de los recursos puede llevar tiempo. Mientras tanto, la catedral sigue expuesta a las inclemencias del tiempo, pero hacemos todo lo posible por mantenerla a salvo y estamos ejecutando acciones para evitar que las estructuras se sigan dañando”, destacó.

De esta forma es como las primeras lluvias han puesto a prueba la resistencia de la catedral, pero también han despertado un sentido de urgencia y responsabilidad compartida. Con el esfuerzo conjunto y la pronta acción, la Catedral de Mérida continué siendo un símbolo de fe y cultura por muchos siglos más.

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