Con las lluvias que han iniciado en Yucatán y toda la Península empieza también la época de más actividad de los anfibios, por lo que no es raro encontrarlos, incluso, dentro de alguna vivienda, pero hay que tener en cuenta que ranas, sapos y salamandras, no representan ningún peligro para los seres humanos.
Pedro Nahuat, de la agrupación Ekuneil Península de Yucatán, dijo que en Yucatán hay 26 especies de anfibios, pero hay que tener en cuenta que ninguno representa un peligro para las personas, al contrario, son benéficos porque comen insectos, mosquitos, cucarachas.
“Esta temporada de lluvias podemos decir que es la temporada en que están más activos los anfibios. En tiempos de secas también se ven, pero es mucho menos, ahora, sobre todo en estas primeras lluvias, hay una explosión, pues salen y se dejan ver”, comentó.
Explicó que esto sucede porque, por su biología, los anfibios requieren mucho del agua, para proteger su piel, por ejemplo, ya que, al no tener ninguna cobertura como plumas o pelo, son sensibles a la resequedad. Por ello, en épocas de secas no salen mucho, para evitar perder agua, pero ya con la lluvia salen y tienen mucha actividad.
“Además, dependen mucho del agua para su reproducción y requieren que haya cuerpos de agua para depositar sus huevos, que luego son renacuajos y más tarde ranas, por ejemplo”, expuso.
De las especies más comunes en zonas urbanas, destacó la rana de árbol mexicana, el sapo común o sapo gigante, en tras zonas más rurales la rana cabeza de pala, el sapo borracho o sapo excavador mexicano; en otros sitios cerca de cenotes o cavernas se puede ver a la salamandra yucateca y otros.
Ahora bien, dijo que se puede ver a estos anfibios de pronto dentro de las casas, porque hay jardines con mucha agua o luces que atraen insectos, que son el alimento de los anfibios y se van acercando a las viviendas.
“Ya hemos recibido llamadas de gente que tienen en sus casas una rana o más, pero lo ideal es que si los anfibios no generan problemas no hay que hacerles daño y si entran a la casa retirarlos con mucha gentileza, de preferencia con un guante o una bolsa limpia, depositarlo en un traste limpio y contactar a alguna agrupación para poder liberarlo”, dijo.
Agregó que comúnmente esto sucede más en las casas que están en la periferia de Mérida, cerca de las zonas con más vegetación, pero también se presenta en zonas céntricas de la ciudad, donde hay terrenos baldíos o cerca de parques como el Acuaparque o el Ecológico del Poniente que tienen cuerpos de agua.
