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Por los cielos, el precio del cilantro

La intensa sequía que se vivió por varios meses y ahora las lluvias han hecho que se encarezcan algunos productos básicos en la alimentación de los yucatecos, como es el cilantro y el rábano, que en el primero de los casos se tienen que pagar hasta 350 pesos por un rollo, cuando antes su precio era de 80.

En los centros de abasto de Mérida, hace unas semanas empezaron a escasear estos productos, debido a la sequía y con ello se empezó a encarecer, según explicó doña Maricela, una locataria del mercado de Chuburná.

Así, el rábano local llegó a costar hasta 40 pesos el manojo y el cilantro también se mantuvo caro, ya que el manojo se vendía hasta en 500 pesos. Ahora, de este segundo producto se venden apenas manojos con poca cantidad en 10 pesos.

La escasez que había se empezó a subsanar trayendo producto del centro del país, de la Ciudad de México y de Tabasco, pero ahora estos productos de fuera están caros también, porque el exceso de lluvias también genera que no crezca mucho el producto y no se dé.

Empezó a llover y empezó a haber cilantro y rábano local, pero no crece y no hay mucho tampoco. Ahora lo que estamos vendiendo rábano que llega de Tabasco y cilantro de la Ciudad de México. El rábano está en 25 el atado y el cilantro damos de 10 pesos, pero un manojo pequeño”, expuso.

Otro vendedor, don Manuel, expuso que con las lluvias en un inicio sí hubo más producto, pero con la abundancia de agua ha venido un encarecimiento, tanto del producto local como el que viene del centro del país, porque se dificulta la distribución y en algunos casos las cosechas no se dan.

Ahora un rollo de cilantro lo consigues en 300 o 350 pesos, del que viene de México, y del que se vende acá está de plano muy pequeño y a la gente no le gusta, porque no está creciendo bien”, dijo.

Por ello, consideraron que en las últimas semanas sí se ha registrado una caída en las ventas de estos productos que son esenciales en la dieta de los yucatecos y el panorama es adverso, pues se prevé que las lluvias seguirán y que seguirá la misma situación.

La situación que apremia es que, por un lado, las constantes lluvias impiden que se pueda cosechar el producto, además de que demasiada agua también afecta, o de plano las tierras que son para sembrar se encuentran anegadas, lo que hace imposible cultivar.

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