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El Momento del Héroe de la Semana: Visionaria en el cuidado de animales callejeros

Por los problemas que acarrea la presencia de numerosos animales en las calles, que al no recibir atención veterinaria pueden ser portadores de enfermedades zoonóticas como la rabia, transmitible a los humanos, además de la higiene y el orden público, motivaron a la activista Lourdes Durán Leal a la creación desde hace más de 10 años de la asociación civil “Perpópolis”.

Explicó que es un albergue dedicado al rescate de perros y gatos en la ciudad de Mérida, así como en los municipios de Kanasín y Umán.

Y es que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Yucatán enfrenta una grave crisis de sobrepoblación canina, con más de 70 mil perros callejeros, por lo que la activista señaló que este problema no sólo representa un riesgo para la salud pública, sino que también plantea desafíos significativos para el bienestar animal y la seguridad de las comunidades.

Al cuestionarla de cómo nace el gusto por el cuidado de los animales, Lourdes indicó que de niña no tuvo animales, pero siempre sintió aprecio por ellos, principalmente por los gatos, y fue hace algunos años cuando sufrió un episodio que le cambió la vida, le dio una serie de infartos cerebrales en la que se debatió entre la vida y la muerte.

“El doctor me dijo que me tenía que quedar a descansar, pero no podía, yo tenía qué hacer algo porque la vida me dio una segunda oportunidad. Cuando ves a un animal ni siquiera piensas cuánto va a costar, tú pasas, ves al animal atropellado y simplemente volteas, lo recoges y te vas al hospital, o sea, son cosas que por mi cabeza no pasan, cómo lo voy a pagar, simplemente actúo”, explicó.

MOTIVACIÓN
Indicó que para demostrar que si se puede tener una vida después de un colapso cerebral puso su esfuerzo y empeño en los animalitos. “Me decía un médico veterinario: ‘Ya estuvo Lulú, ya diste todo, ahora toca sentarte y ver que los demás sigan tu labor’, pero ese día lo lloré y dije que tengo que avanzar más. Incluso siento que esta labor me ayudo a avanzar sino fuera así quizás no hubiese mejorado”.

Refirió que para mantener a los perros y gatos que tiene en su albergue se requiere paciencia, tiempo y dedicación ya que ella sola limpia los espacios de los animales por lo menos tres veces al día.

“Limpiar popos es durante todo el día, cambiar aguas es por lo menos dos veces y muy temprano les damos comida pero también en las tardes un trabajo que requiere mucho amor”, apuntó.

Señaló que en 10 años de tener su asociación ya perdió la cuenta de cuántos animales callejeros ha rescatado, aunque en los últimos meses “Perpópolis” se convirtió en el hogar de los denominados perros sagrados de Chichén Itzá, un grupo de canes ferales que vivían entre el castillo de Kukulcán y que eran considerados salvajes.

“Se han dado 12 perros sagrados originarios de Chichén Itzá, más cuatro perros que fueron devueltos al mismo lugar, pero ahorita tenemos a una camada que es la mamá con cinco cachorras que están demasiada altas y no se han dado en adopción, hasta que salgan ellas voy a seguir rescatan. Lo que si no paro de rescatar son gatitos porque requieren menos espacio que un perro”, precisó.

INNOVADORA PROPUESTA
Para abordar estos desafíos que requieren los animales de la calle, Lourdes Durán Leal, a través de su asociación “Perpópolis”, A.C., coadyuvó con el ayuntamiento de Mérida para reformar el reglamento en materia de fauna con la propuesta de “animal ciudadano”.

La iniciativa busca involucrar a los propios vecinos en el cuidado de los perros callejeros, promoviendo la responsabilidad comunitaria y el bienestar animal.

“El objetivo es que cada comunidad asuma un rol activo en el cuidado de los perros que viven en sus calles. Esto no sólo mejora la vida de los animales, sino que también fortalece los lazos comunitarios
y fomenta una cultura de respeto y responsabilidad hacia los animales”, explicó Durán.

El modelo de “animal comunitario” se basa en la identificación de voluntarios dentro de cada vecindario que se comprometen a cuidar a los perros callejeros locales.

Estos cuidadores proporcionan alimentos, agua, atención básica y trabajan en coordinación con asociaciones y veterinarios para gestionar la esterilización y vacunación de los animales.

Además, indicó que este enfoque comunitario ha generado una mayor concienciación sobre
la importancia de la esterilización y la tenencia responsable de
mascotas.

“La educación y la participación activa de la comunidad son fundamentales para lograr un cambio sostenible. Cuando las personas ven el impacto positivo que pueden tener en sus propios vecindarios, se sienten más motivadas a involucrarse”, comentó Durán Leal.

Por último, esta mujer yucateca prometió que mientras se le siga permitiendo tener vida ella seguirá haciendo lo que más le gusta, rescatar y cuidar animales
de la calle.

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