Alertan cocodrilos en Progreso y Sisal por lluvias

Las autoridades en los municipios de Progreso y Sisal, así como las comisarías cercanas de Chuburná, Chelem, Chicxulub y San Bruno, han lanzado alerta preventiva debido a la presencia de cocodrilos que salen de las ciénagas, humedales y manglares hacia zonas habitacionales. Este fenómeno se atribuye a la crecida de los niveles de agua provocada por las intensas lluvias dejadas en los frentes fríos.
En Progreso, hace dos días, fueron avistados dos cocodrilos de más de metro y medio a las orillas de la ciénaga, que generaron inquietud en la población. Ante esta situación, las autoridades locales hacen un llamado a la población para evitar acercarse a estos ejemplares y extremar precauciones al transitar de noche o por los esteros.
Tanto la policía ecoturística como la municipal advierten enfáticamente que, bajo ninguna circunstancia, las personas deben nadar en las ciénagas de la costa. Esta advertencia cobra relevancia al recordar el incidente de noviembre del año pasado en Sisal, donde un turista de la Ciudad de México fue atacado por un cocodrilo después de aventurarse imprudentemente en el agua.
En agosto del mismo año, las autoridades también tuvieron que intervenir para retirar a un cocodrilo que nadaba en el mar, específicamente en la zona residencial de Telchac Puerto. Estos eventos subrayan la necesidad de tomar medidas extremas para evitar accidentes con los saurios en áreas donde las actividades de ecoturismo son frecuentes.
En Yucatán, la especie de cocodrilo más común es el Crocodylus moreletii. Mayormente encontrado en aguas dulces como pantanos, estanques, humedales, arroyos, ciénegas, lagunas y ríos de corriente lenta, también se han registrado raros avistamientos en aguas salobres. Esta especie domina en manglares y popales, así como en otros tipos de vegetación acuática en selvas tropicales lluviosas o zonas de sabana.
Las autoridades instan a la comunidad a respetar las medidas de seguridad, mantener distancia de los cocodrilos y evitar situaciones que puedan poner en riesgo la integridad de las personas. La convivencia con la fauna local es un aspecto esencial del turismo y la vida cotidiana en la región, y el respeto mutuo es la clave para garantizar la seguridad general.
Fabio Fuentes