Brillando en la oscuridad: atleta y pianista invidente
Él vive las ovaciones en la penumbra, no conoce el color de sus medallas, pero sí el esfuerzo y la disciplina que se requiere para conseguirlas
José de Jesús Flores Peniche, “Pepe” para los amigos, es un atleta ciego de alto rendimiento, ganador de múltiples competencias estatales, nacionales e internacionales, y, por si fuera poco, también es concertista de piano.
Es el número uno en el mundo en pruebas de velocidad en su categoría y ha participado en competencias importantes como los Para Nacionales CONADE en 2021, Juegos Deportivos Invernales en 2022, los Parapanamericanos Juveniles y los Juegos Parapanamericanos en 2023. Tiene en su haber más de 25 medallas de oro, 3 de plata y 4 de bronce, aproximadamente.
“Yo soy ciego total, no veo ni luz, ni sombras, no veo nada”, dice Pepe en entrevista exclusiva para El Momento, quien, aunque nunca ha visto la forma, ni las teclas de un piano, lo toca magistralmente, talento que lo ha llevado a convertirse en el primer músico ciego que toca como pianista solista con la Orquesta de Cámara de Yucatán.
UNA SOPRESA INESPERADA
El talento de Pepe en la música tomó por sorpresa a sus padres, cuando él tenía tan solo seis años, pues después de asistir por primera vez a un recital de su hermano, llegó a su casa y replicó íntegramente, en un pequeño piano de juguete, una pieza de piano que había escuchado en el evento de su hermano, lo cual llevó a sus padres a buscarle orientación experta en música.
Esto resultó en que descubrieran que su pequeño había nacido con una condición artística llamada “oído absoluto”, un regalo que pocas personas en el mundo reciben. Esto no es porque sea invidente, pues existen personas convencionales que tienen ese don.
“Me gusta mucho la música clásica, tengo dos compositores favoritos, Bach y Mozart. De Bach interpreté uno de sus conciertos cuando toqué con la Orquesta de Cámara”, comentó sonriendo.
Nuestro personaje destacado es también un fanático de la tecnología, tiene su propio canal de Instagram y pueden encontrarlo como “Viviendo la vida como Pepe”, donde muestra su día a día, sus entrenamientos de atletismo, de piano y su vida cotidiana. Además, en sus ratos libres se dedica a la programación de computadoras.
“Como pasatiempo me gusta estar metido en cosas de la computación, formateo de computadoras e instalación de sistemas operativos”, comentó.
SU FAMILIA ES LA FORTALEZA
Adentrándonos en su pasado, Pepe no nació ciego, sino que perdió la vista a los seis meses de edad, debido a un daño irreversible en sus córneas, derivado de haber llegado al mundo de forma prematura.
Sus padres siempre lo educaron de manera que él tuviera una vida lo más normal posible, pues son conscientes de que nadie tiene la vida comprada y se preocuparon porque su pequeño fuera una persona autosuficiente e independiente.
“Cada quien es reflejo de lo que hay en su casa”, dijo conmocionado.
Y es que, sin duda, el temor más grande de los padres con un hijo en situación de discapacidad no es que sus hijos salgan al mundo, sino cómo recibe el mundo a sus hijos.
Como parte de su historia, Pepe recordó que, en algún momento de su vida, sufrió bullying, pues lo agredían, le robaban sus bastones o se los rompían.
Su madre Lila Peniche expuso que Pepe irradia una energía positiva. Dijo no sentir ningún tipo de rencor hacia quienes tenían amenazado a su hijo, ya que según lo que opina: “cada uno es reflejo de lo que hay en su casa”.
Los padres del atleta y concertista coinciden en que una discapacidad se puede adquirir en cualquier momento, pues nadie nace con la garantía de que no va a pasarle nunca nada, sin embargo, en caso de ocurrir, tiene que verse como la oportunidad de empezar una vida nueva.
“Que lo que te pase no te defina”, agregó su madre.
Los límites se lo pone cada persona, todo se trata de actitud y ganas, esas son sus dos palabras claves, concluyó.
