Sisal ha demostrado una vez más su capacidad para superar la adversidad. Los días tras el paso del huracán han sido desafiantes, pero la calma comienza a regresar al puerto, donde los habitantes mantienen una actitud resiliente ante cualquier situación.
Uno de los recursos que ha beneficiado a las familias locales es el nolón, un caracol que el mar ha traído en estos tiempos de pesca baja. Las familias han encontrado en este molusco una fuente de alimento que les permite sobrellevar la escasez, aprovechando lo que la naturaleza pone a su disposición.
La comunidad de Sisal, como en otras ocasiones, enfrenta las dificultades del clima con una admirable fortaleza. A medida que los días avanzan, los sisaleños demuestran que saben adaptarse y salir adelante, aprovechando al máximo los recursos que el mar ofrece.
Darcet Salazar