Por: Darcet Salazar
En el Día Internacional de las Mujeres Rurales, que se conmemora cada 15 de octubre, activistas indígenas subrayan que, además de la violencia de género y la falta de educación de calidad, uno de los mayores retos que enfrentan es la falta de acceso a la salud sexual y reproductiva. Este desafío se traduce en graves limitaciones, ya que muchas mujeres indígenas carecen de servicios médicos adecuados, información sobre planificación familiar y métodos anticonceptivos, lo que les impide tomar decisiones informadas sobre sus cuerpos y su salud.
Las mujeres rurales indígenas en diversas comunidades enfrentan un panorama complejo en el que la violencia de género se manifiesta no sólo en agresiones físicas, sino también en la violencia estructural que perpetúa su marginación. La falta de información y educación sobre sus derechos se convierte en un círculo vicioso que limita su capacidad de actuar y exigir justicia.
Marta Irene Mis Caamal, activista comprometida con los derechos de las mujeres indígenas y líder del colectivo “Mujeres Violeta”, dijo que, a pesar de algunos avances en derechos y reconocimiento, las mujeres indígenas en Yucatán todavía enfrentan retos considerables, como la discriminación, la falta de acceso a educación y atención médica, así como la violencia de género.
Mencionó que, en este marco, organizaciones como “Mujeres Violeta” han estado trabajando en el empoderamiento de las mujeres indígenas a través de talleres de liderazgo, formación en derechos humanos y proyectos emprendedores.
