En Jiquipilco, cierran santuario de la mariposa monarca

La reserva de la Mariposa Monarca en el ejido de San Juan, permanecerá cerrada al público tras actividades que amenazaron la preservación de esta emblemática especie migratoria, como fogatas encendidas por grupos ecoturísticos.

Autoridades de la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (Cepanaf), y federales de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) realizaron una inspección en la zona y decidieron suspender el acceso.

Esta medida fue tomada luego de que el pasado fin de semana un grupo de ciclistas encendiera una fogata, provocando así que las mariposas, posadas en los árboles, se dispersaran abruptamente.

Expertos señalaron que el lugar debe priorizar la conservación sobre el turismo, ya que la interacción humana descontrolada, podría alterar de manera irreversible el hábitat de las monarcas.

Leer más: Millones de Mariposas Monarcas llegan a santuarios michoacanos

“No somos responsables de las mariposas que llegan, pero sí de las que se van. Esto es una responsabilidad internacional”, comentó Rosalinda Galindo, de la Conanp. Destacó que el objetivo debe ser evitar que lo ocurrido en otras zonas, como Valle de Bravo y algunas áreas en Michoacán, se repita: lugares donde las mariposas dejaron de llegar por actividades humanas desmedidas.

Durante el recorrido, se evaluó el impacto de la presencia turística y las condiciones del ecosistema. Según la Cepanaf, el turismo masivo podría convertir este santuario en otro ejemplo de pérdida ecológica, como ha ocurrido en regiones que, tras inversiones en infraestructura ecoturística, ya no reciben mariposas.

“Hemos visto parajes que eran refugios clave y que ahora están vacíos. El principal atractivo ya no está”, declaró personal de la dependencia estatal.

Los ejidatarios locales, quienes han visto a las mariposas llegar a estos bosques por más de 18 años, reconocen que la actividad turística reciente ha generado ingresos, pero también problemas.

Juan Gabriel Casillas, representante local y ejidatario, señaló: “Nos alegra recibir visitantes, pero sabemos que conservar a las monarcas es nuestra prioridad. Por eso nos estamos capacitando”.

La reapertura de la reserva dependerá de la implementación de medidas que minimicen el impacto humano, para ello, se establecerán rutas de senderismo y otro tipo de turismo, más natural y de menor impacto.

Leer más: Esto cuesta un tour a la Feria de la Esfera 2024 en Tlalpujahua

Fidel González, pionero del proyecto de conservación e integrante de la asociación civil Ayototl A.C., informó que cerca de 200 ejidatarios se han capacitado para preservar el entorno adecuado para las mariposas.

La iniciativa busca también generar empleos para 56 familias locales, entre artesanos y comerciantes. No obstante, tanto los ejidatarios como los organizadores enfatizan que la protección efectiva de este santuario requiere mayor apoyo de las autoridades, incluyendo presencia de la policía local y la Guardia Nacional, para restringir el acceso, reducir emisiones contaminantes y controlar el ruido.

Finalmente, las autoridades informaron que la apertura programada para el 30 de noviembre, se pospone hasta confirmar si las mariposas se reagruparán o si se ahuyentaron definitivamente.

Mientras tanto, los trabajos de monitoreo continuarán y los responsables del proyecto colaborarán en el registro de avistamientos para los reportes nacionales.

Este esfuerzo busca garantizar que este majestuoso insecto migratorio siga eligiendo los bosques de Jiquipilco como parte de su ruta anual.

Cabe señalar, que este fue uno de los primeros monitoreos que se realizaron a nivel de estatal y federal en esta región, ya que anteriormente la mariposa monarca no era un avistamiento que se reportara comúnmente en este municipio.

Los habitantes de Jiquipilco, en específico de este ejido, lo veían como un paso de las mariposas, sin prestarle mayor importancia o cuidado.

Ayototl A.C. comenzó a organizar a los ejidatarios, posesionarios, ciudadanos y autoridades, para enaltecer este sitio, como un santuario y como reserva natural de alto valor para esta región del Estado de México.