En la costa norte de Yucatán, entre Chuburná y Sisal, se encuentra La Carbonera, una playa única que surgió tras el paso del huracán Gilberto en 1988. Este fenómeno natural unió una laguna con el mar, creando un tono cristalino en sus aguas y un ecosistema rico en flora y fauna.
La Carbonera también es famosa por ser hogar de especies emblemáticas como el flamenco americano. Además, el lugar tiene un ojo de agua escondido entre el manglar, al que se puede llegar en kayak.
Ubicada a poco más de una hora de Mérida, La Carbonera es accesible a través de tours organizados desde el Puerto de Chuburná. Estos tours, que cuestan alrededor de 400 pesos por persona, incluyen un paseo en lancha y la oportunidad de explorar este paraíso natural.
Para llegar desde Mérida, se debe conducir por la carretera hacia Progreso y tomar el retorno a la altura de Tamanché. Luego, se gira a la derecha en la carretera Mérida-Progreso-Sierra Papacal, que lleva directamente a Chuburná. Desde allí, los tours en lancha parten hacia Isla Columpios y, finalmente, a La Carbonera.
El viaje desde Mérida toma aproximadamente una hora y 15 minutos, y es recomendable contratar un tour con guías certificados para disfrutar de la experiencia de manera segura y responsable.
Cabe destacar que La Carbonera es un ecosistema frágil que depende de la responsabilidad de sus visitantes. Se recomienda no dejar basura en el lugar y respetar la flora y fauna local.
