
En la zona arqueológica de Uxmal, en Yucatán, se encuentra una de las estructuras más enigmáticas de la cultura maya: la Pirámide del Adivino. Según una antigua leyenda, este majestuoso templo no fue construido por manos humanas comunes, sino por un enano con poderes mágicos, nacido de un huevo y criado por una anciana sabia.
La historia cuenta que el gobernante de Uxmal desafió al enano a demostrar su poder, imponiéndole varias pruebas, como construir una pirámide en una sola noche. Gracias a su astucia y habilidades sobrenaturales, el enano logró completar la hazaña, dejando perplejo al rey. Finalmente, tras superar otras pruebas, el enano terminó derrocando al gobernante y tomando su lugar como nuevo líder de la ciudad.

La Pirámide del Adivino, con su peculiar forma ovalada y su estructura imponente, sigue siendo uno de los principales atractivos de Uxmal. Más allá de su importancia arquitectónica, la historia del enano refuerza la conexión entre los mayas y su mundo místico, donde la magia y la inteligencia eran cualidades tan valiosas como la fuerza.
Hoy en día, la leyenda sigue viva entre los habitantes de la región y los visitantes que recorren la zona arqueológica. La Pirámide del Adivino no solo es un testimonio del esplendor maya, sino también un recordatorio de la riqueza cultural e histórica que envuelve a Uxmal, donde la tradición y la realidad se entrelazan en un relato atemporal.