Opinión

El talento como eje de transformación en la industria de reuniones

Durante años, la industria de reuniones había sido considerada como una actividad puramente logística y transaccional

Eduardo Chaillo Ortiz
CMP, CMM, CITE, CASE

Durante años, la industria de reuniones había sido considerada como una actividad puramente logística y transaccional. Sin embargo, detrás de cada congreso, feria o viaje de incentivo hay una arquitectura de experiencias, una narrativa estratégica y una capacidad única de conectar disciplinas, culturas y generaciones. Esta no es solo una industria de servicios: es una industria de impacto humano.

Hoy enfrentamos un reto global: la escasez de talento. Aunque nuestra actividad crece, nos cuesta atraer a jóvenes profesionales y parte del problema es que el relato tradicional no comunica lo que realmente somos ni el potencial de transformación que ofrecemos.

Por eso urge replantear cómo formamos a nuestros profesionales. Necesitamos una alianza sólida entre la academia y el sector privado que actualice los planes de estudio, incorpore pensamiento estratégico, sostenibilidad, tecnología aplicada y, sobre todo, una visión más humanista del trabajo. No basta con saber operar un evento; se trata de diseñar experiencias con propósito.

Además, pocas industrias son tan transversales como la nuestra. Trabajamos con todos los sectores económicos y profesiones. Un evento puede ser el punto de encuentro de médicos, científicos, creativos, emprendedores o activistas. Somos el puente entre la ciencia y la sociedad, entre la innovación y el mercado, entre las causas y la acción.

Si algo entusiasma a las nuevas generaciones, es el propósito. Buscan flexibilidad, impacto, diversidad, y una conexión auténtica con los valores que defienden. En este sentido, nuestra industria tiene mucho que ofrecer: permite alinear los valores de los destinos sede con los de las corporaciones o asociaciones que los eligen. Cada evento puede dejar una huella social, ambiental o educativa en la comunidad anfitriona.

Además, en un mundo donde el trabajo remoto y el work from anywhere se consolidan, nuestras ciudades tienen la oportunidad de posicionarse como espacios ideales para el talento global. Esto no solo amplía el mercado para eventos, sino también para atraer profesionales itinerantes que valoran la calidad de vida, la conexión con comunidades locales y la diversidad cultural.

Pero esta transformación solo será posible si comunicamos mejor quiénes somos y lo que representamos. si construimos puentes con universidades, centros de innovación y líderes de opinión. Si hablamos de nuestra industria no solo como turismo o entretenimiento, sino como una plataforma de soluciones y progreso colectivo.

Hoy más que nunca necesitamos talento. Pero también necesitamos inspirar. Mostrar a los jóvenes que aquí se trabaja con personas, con ideas, con valores. Que esta industria no solo organiza eventos: conecta mundos.

Invito a las instituciones educativas, a los líderes empresariales y a los propios jóvenes a mirar de nuevo hacia esta industria estratégica. A descubrir en ella una profesión dinámica, diversa, global y profundamente humana. Porque el verdadero legado de nuestros eventos no está solo en lo que sucede durante unos días, sino en las personas que se transforman gracias a ellos.

X: @echaillo. Instagram: @echaillo
Correo : eduardo.chaillo@gmail.com

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