El crecimiento de las ciudades de manera acelerada está haciendo cambiar el comportamiento de la temperatura, incrementando el calor por la mancha urbana. De igual manera, se refleja ambiente menos frío en el invierno por dicha situación. Esto está ocurriendo de manera muy notoria en la ciudad de Mérida, principalmente en los últimos días, informó el meteorólogo Juan Palma Solís.
Indicó que con la llegada de los frentes fríos y sus masas de aire polar asociadas, las temperaturas disminuyen muy por debajo del promedio, sobre todo las mínimas por la noche y al amanecer, “este frío peninsular, también llamado “heladez”; se manifiesta sobre toda la región pero en los últimos años ya no es tan perceptible en algunas zonas, sobre todo las más pobladas. Esto ocurre por la expansión de la plancha de concreto y asfalto que sigue creciendo en las zonas urbanas”.
¿Qué pasa con el calor de las tardes?
El especialista en el tiempo dijo que en el día el sol calienta las ciudades y este calor se queda atrapado en el concreto y asfalto pero al llegar la noche, estos materiales mantienen atrapado y liberan muy lentamente el calor, circunstancia que disminuye notablemente el enfriamiento, incluso en las noches frías de invierno. “En cambio, si nos alejamos al campo, sentiremos un marcado contraste de temperatura, ya que la vegetación permite un enfriamiento radiativo eficaz que se llama Isla de calor”.
Hasta 5 grados de diferencia en una distancia corta
De acuerdo a diversas estaciones meteorológicas ubicadas en varias partes de la capital yucateca, revelaron que se da una diferencia en promedio de entre 4 y 5 °C en la temperatura mínima al amanecer entre un fraccionamiento en el interior de la ciudad y alguna comisaría o colonia cruzando el periférico. “Por ejemplo, en Caucel Pueblo se registra una temperatura mínima de 11 °C, pero en Altabrisa, el termómetro marca 16 °C todo depende de que tanta construcción exista, mientras más fraccionamientos y construcciones se establezcan, mayor será la población que dejará de sentir la verdadera “heladez” o temperatura a la que realmente deberíamos estar o a la que estuvieron nuestros abuelos hace 30 años en la misma zona” finalizó.
