Advierten sobre desarrollos inmobiliarios que no cumplen la nueva ley
Aun cuando este año entraron en vigor las reformas en el estado a la Ley de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano y para imponer nuevas condiciones al reglamento de Desarrollos Inmobiliarios, de Vivienda y el Régimen de Propiedad en Condominio, persisten casos de compras en paradisiacos fraccionamientos inconclusos, sin certeza jurídica y bajo contratos turbios.
La nueva legislación obliga a los constructores de privadas levantar las amenidades que ofrecen en sus folletos como parques, canchas deportivas, casa club, piscinas, ciclovías y canales de remo antes de emprender la venta de lotes, por tratarse del gancho para atraer clientes. Hoy varios desarrollos en Temozón, Dzibilchaltún, Chicxulub Pueblo, Komchén y Chablekal brincan la ley al mencionar que las amenidades se construyen “conforme avance la venta por etapas”
Los contratos de letras pequeñas y la poca experiencia de compradores envueltos por promotores especializados en obtener la firma con depósitos dejan a la reforma legal sin cumplir.
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La legislación creó una Procuraduría Ambiental en el estado para garantizar la letra aprobada, así como castigo a los desarrolladores inmobiliarios y a la gente que transgreda estos ordenamientos, pero persisten los promotores fraudulentos o sin certificación que diariamente lanzan anzuelos sobre la conveniencia de recalar el Yucatán, de preferencia en esos inmuebles que solo existen en la publicidad.
La nueva norma también consideró la movilidad como punto medular antes de proyectar un nuevo desarrollo inmobiliario tanto en Mérida como al interior del estado, para garantizar la tenencia de la propiedad jurídica y de quienes adquieren una propiedad.
Empero, vecinos de Temozón cuelgan lonas con la advertencia de saturación vial frente a construcciones de torres de departamentos, pese a que ya no es posible abrir proyectos sin estudio de movilidad autorizado.
En declaraciones, el investigador de la UADY, Luis Ramírez Carrillo, quien levantó una cruzada contra los fraudes inmobiliarios en la entidad, señaló que la falta de información oportuna para cambiar de residencia a Yucatán, engaños de falsos promotores e inexperiencia en la adquisición de bienes inmuebles deriva en la ruina de los incautos.
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“Se ve mucho que, por ejemplo, personas de la Ciudad de México venden sus casas en zonas de clase media como las colonias Narvarte o Coapa, se capitalizan con dos, tres o cuatro millones de pesos y se lanzan a la aventura en Yucatán mal asesorados y a la vuelta de un año o dos pierden todo el dinero por malas inversiones, engañados por falsos promotores de comprar en lugares sin certeza o porque no cuentan con la experiencia de emprender”, señaló el investigador.
Agregó que los llamados “lotes de inversión” pueden provocar un daño patrimonial severo porque no dan garantías a quienes decide cambiar su residencia al estado y los promotores con tal de ganar una comisión venden sin dar certezas ni asesoría
La Asociación Mexicana de Promotores Inmobiliario acusó a su vez que la explosión inmobiliaria en Yucatán ha provocado que al menos 200 promotores improvisados en Mérida ofrezcan casas y terrenos sin estar certificados ni contar con experiencia para ofertar vivienda a quienes llegan de otros estados.
Los amateurs vendedores de lotes o casas son por los regulares personas recién avecindadas, con niveles de estudio inconclusos, que al no encontrar empleo sostenible optan por ingresar al mercado mobiliario, pero sin conocimientos sobre bienes raíces ni credenciales para asesorar a quienes en la mayoría de los casos ponen en riesgo su patrimonio.
Fabio Fuentes
