Las nuevas generaciones y el paradigmas de la salud mental
Los jóvenes de las nuevas generaciones otorgan visibilización y son promotores de la justicia social, la mal llamada “Generación de Cristal”, plantea una nueva sociedad, donde se desechan los arraigados prejuicios de los adultos, afirmó la especialista en salud mental y física, la psicóloga Emily Espadas Sosa.
Señaló que la generación actual, conocida por enfrentar altos niveles de depresión, ha destacado de mil maneras, lo desalentador que le ha resultado crecer bajo una intensa represión emocional; incluso el término “generación de cristal” es el resultado simplemente de un prejuicio, el cual refleja la amenaza que sienten los adultos al no poder comprender el impacto de esta nueva visión de sociedad.
Según la académica, en algunas escuelas persisten maestros que, aunque jóvenes, fueron criados bajo el paradigma de la represión emociona; para ellos, las emociones carecían de importancia en el proceso educativo; sin embargo, actualmente no se reconoce la imposibilidad de aprender sin afecto; y aunque las autoridades educativas están realizando adaptaciones, aún falta sensibilidad al respecto.
Espadas Sosa, hizo hincapié en la necesidad actual de trabajar en el desarrollo emocional de los alumnos; la importancia de ayudarlos a reconocer y cuidar sus emociones para facilitar el aprendizaje, fortaleciendo de esta manera, su seguridad emocional para expresarse y regularse.
“Se está haciendo un gran esfuerzo, contamos con un plan de estudios que es muy respetado a nivel internacional, pero sigue siendo muy exigente para los alumnos y se enfoca principalmente en lo cognitivo, descuidando el aspecto emocional”, afirmó.
La especialista, explica que asimismo, las personas con diversidad funcional, ya sea motriz o intelectual, enfrentan depresión y ansiedad debido al estigma social; de igual manera, los jóvenes y adolescentes que exploran su orientación sexual a menudo experimentan trastornos de ansiedad, lo cual representa uno de los principales desafíos del siglo para el sistema educativo.
Añadió que actualmente existe un debate sobre la naturalización de la diversidad sexual, debido a que las posturas conservadoras, consideran que no es competencia de la educación académica, sin embargo, los profesionales de la salud mental, argumentan que sí les compete y es una realidad presente.
Es crucial sensibilizarnos y trabajar en nuestros prejuicios; hace falta educarnos como sociedad para que las instituciones reconozcan la importancia de la salud mental en la educación y se lleve a las políticas públicas, para que se termine este debate, finalizó.
