El Paladar de Cura combina sabor ancestral con cocina contemporánea
Ha logrado capturar la esencia de la gastronomía yucateca y el arte del pan artesanal en un ambiente cálido y acogedor
En el corazón de Valladolid, frente al emblemático parque de Sisal, se encuentra “Paladar de Cura”, un restaurante que ha logrado capturar la esencia de la gastronomía yucateca y el arte del pan artesanal en un ambiente cálido y acogedor.
El negocio familiar, con una rica tradición y cultura, se ha convertido en un referente culinario en la región, ofreciendo a sus comensales una experiencia única que combina el sabor ancestral con técnicas de cocina contemporánea.
Javier Sosa Villanueva, hijo del propietario de “Paladar de Cura”, Javier Sosa Cabrera, destacó la misión del restaurante de reinterpretar la cocina regional yucateca y mexicana, fusionándola con métodos vanguardistas sin perder la autenticidad de los sabores heredados de sus ancestros.
“Queremos ofrecer algo más que una comida; que cada plato sea un viaje a través del tiempo y la cultura de Yucatán, pero con un toque moderno que sorprenda y deleite a nuestros clientes. Siempre tratamos a los comensales de forma muy cálida como somos los yucatecos y la realidad es que somos un concepto familiar y por eso se siente esta calidez”, puntualizó.
El menú de “Paladar de Cura” es un homenaje a la diversidad y riqueza de la gastronomía yucateca. Platillos tradicionales como la cochinita pibil, los panuchos y los salbutes son reinventados con presentaciones innovadoras y técnicas avanzadas de cocina que resaltan sus sabores originales.
Además, de forma artesanal se hornean diariamente panes y utilizando recetas tradicionales y los mejores ingredientes locales.
El ambiente del restaurante complementa a la perfección la experiencia culinaria. Decorado con elementos que reflejan la historia y la cultura de Valladolid, “Paladar de Cura” ofrece un espacio íntimo y acogedor, ideal para disfrutar de una comida en familia o una cena romántica.
La ubicación del restaurante, frente al parque de Sisal, permite a los visitantes disfrutar de una vista encantadora mientras degustan sus platillos hacia el ex convento de San Bernardino de Siena. Este entorno natural añade un toque especial a la experiencia gastronómica, invitando a los comensales a relajarse y disfrutar del entorno.
Además, señaló que este restaurante se llama así debido a que el “Paladar de cura” es uno de los postres favoritos de Javier cuando era niño, el cual resalta el detalle del pan suave y esponjocito, bañado de una crema de coco, frutas de temporada y una marquesita para deleitar los sabores dulces.
Por último, enfatizó que desde su apertura hace dos años, este restaurante se ha convertido en un destino obligado para quienes buscan una experiencia culinaria auténtica y sofisticada en la sultana de oriente.
La combinación de tradición y vanguardia, junto con el ambiente cálido y acogedor, ha hecho de este restaurante un lugar especial en el panorama gastronómico de Valladolid.
“Tenemos una promoción que llamamos ‘Viernes para vallisoletanos’ con descuentos y además tenemos otras fechas importantes como los días del Niño, de las Madres, del Maestro que recientemente pasaron y durante el año vamos teniendo más activaciones”, finalizó.