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Preocupa el destino de la milpa maya

La Milpa Maya está al borde de desaparecer, impulsada por el abandono de los jóvenes que, al perder su identidad con el campo y las tradiciones, rematan sus tierras y dejan la agricultura atrás, advirtió el agroquímico Jesús Alejandro Salazar Chay, presidente del colectivo Chuk Je’el, quien aseguró que involucrar a las nuevas generaciones en el ejido es crucial para frenar a la mafia inmobiliaria y asegurar el futuro alimentario de la región.

Salazar Chay señaló que la falta de identidad entre los jóvenes de las comunidades ejidales de Yucatán está amenazando la preservación del campo y sus tradiciones. Subrayó su preocupación sobre el impacto que tiene la desconexión de las nuevas generaciones con su herencia en la tierra.

Recalcó que la migración de jóvenes de comunidades ejidales hacia las ciudades en busca de mejores oportunidades está teniendo un efecto devastador en el campo yucateco. Muchos de estos jóvenes, atraídos por la promesa de prosperidad, abandonan su hogar sin comprender el verdadero valor de su tierra. Cuando regresan se enfrentan a una realidad que podría llevarlos a vender su título ejidal, poniendo en riesgo su patrimonio y su identidad.

Señaló que, al regresar, muchos jóvenes ya no sienten un apego emocional a la tierra que heredaron. La falta de conexión con su entorno los hace vulnerables ante las ofertas tentadoras de empresarios que buscan adquirir terrenos a bajo costo. Sin el conocimiento del valor cultural y económico que representa su ejido, pueden optar por venderlo, cediendo a la presión de obtener dinero inmediato.

Este fenómeno plantea una grave amenaza para la preservación del campo yucateco. La venta de tierras a empresas externas no solo despoja a las comunidades de sus recursos, sino que también socava las tradiciones y la cultura que han sido fundamentales para la vida rural. Al perder sus tierras, los jóvenes renuncian a su herencia y a la oportunidad de cultivar un legado que les fue dejado por sus antepasados.

“Los jóvenes que reciben su título ejidal por herencia carecen de una conexión profunda con su tierra, el futuro del campo yucateco se encuentra en peligro. La falta de identidad puede llevar a decisiones que impactan no solo a sus vidas, sino también a sus comunidades”, indicó.

Darcet Salazar

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