La creciente atención de la administración Trump sobre Groenlandia, territorio autónomo danés rico en recursos minerales y estratégicamente ubicado en el Ártico, ha generado preocupación entre sus habitantes, quienes temen que sus aspiraciones independentistas se vean socavadas por los intereses geopolíticos de Estados Unidos, Rusia y China.
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Visitas de Alto Perfil Avivan Tensiones
Este domingo, Usha Vance, esposa del vicepresidente estadounidense JD Vance, anunció su visita a Groenlandia para asistir a la carrera nacional de trineos tirados por perros. Paralelamente, el asesor de seguridad nacional Michael Waltz y el secretario de Energía Chris Wright recorrerán la Base Espacial Pituffik, instalación crítica para la defensa de EE.UU. y la OTAN.
El martes, el propio vicepresidente Vance confirmó su llegada para el viernes, declarando en un video:
“Hablando en nombre del presidente Trump, queremos revitalizar la seguridad del pueblo groenlandés, porque es clave para proteger al mundo”.
El Fantasma de la Anexión
Las visitas ocurren semanas después de que Donald Trump reiterara su intención de anexar Groenlandia, citando su importancia estratégica y riquezas minerales.
Incluso insinuó un aumento de la presencia militar: “Quizás verán más soldados allí”.
La postura de Trump choca con el reciente resultado electoral en Groenlandia, donde los votantes eligieron un parlamento mayoritariamente opuesto a integrarse a EE.UU.
El primer ministro saliente, Múte Boroup Egede, exigió respeto a la democracia local: “Nuestra integridad territorial no es negociable”.
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Independencia vs. Intereses Globales
Groenlandia, con 56,000 habitantes (90% inuit), avanza hacia la independencia desde 2009, cuando Dinamarca reconoció su derecho a la autodeterminación.
Sin embargo, el derretimiento del hielo ártico ha incrementado su valor geopolítico:
- Rutas marítimas: El Ártico alberga el 30% de las reservas globales de gas y minerales críticos.
- Base Pituffik: Clave para la defensa antimisiles de EE.UU.
- Presencia rusa y china: Moscú ha expandido su flota ártica, mientras Pekín invierte en infraestructura local.
“Trump cometió un error al confrontar a Groenlandia y Dinamarca en lugar de cooperar con aliados de la OTAN”, señaló Otto Svendsen, experto del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS).
Voces Locales: Entre la Resistencia y la Admiración
- Cebastian Rosing (guía turístico): “Estamos recuperando nuestra cultura tras el colonialismo. No queremos cambiar a Dinamarca por EE.UU.”
- Jørgen Boassen (partidario de Trump): Aunque apoya vínculos con Washington, rechaza la anexión: “Groenlandia debe ser independiente, como las Islas Marshall”.
Postura de Dinamarca
Dinamarca, aliado tradicional de EE.UU., ha rechazado categóricamente la idea de vender o ceder Groenlandia.
En 2025, el gobierno danés reiteró su compromiso con el proceso autonómico groenlandés, respaldado por la ONU.
