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Amenazan a tortugas las acciones humanas

La contaminación lumínica y de residuos plásticos de las zonas de anidación, son las amenazas principales para las poblaciones de tortuga marina que llegan a anidar a las costas yucatecas, en la presente temporada, señaló la coordinadora del Programa para la Conservación de la Tortuga Marina de Pronatura Península de Yucatán, Melania C. López Castro.

Detalló que con base en los datos recabados en los campamentos en la región del Península, se observa una tendencia favorable respecto a la anidación, cada vez se registran más hembras que llegan a anidar a las costas, pero todavía falta mucho para decir que están fuera de peligro de extinción.

La doctora, asegura que pese al aumento progresivo en los últimos años de esta especie longeva que vive entre 80 y 100 años, no se ha podido siquiera proteger a una generación, desde 1990 que iniciaron los programas de protección y conservación de la tortuga marina en México, “No soy pesimista, pero siento que vamos en el 40 por ciento del camino”, añadió.

Dijo que se estima que el 25 por ciento de la población de la tortuga carey viene a anidar a la Península de Yucatán, mientras que en el caso de la tortuga verde, todavía no se conoce el porcentaje que llega, pero se sabe, que al menos 10 de las playas más importantes de anidación para la población del Atlántico Norte, se encuentran en esta zona, “es significativa la anidación que llega a la Península”, indicó.

Recordó que hace 4 décadas la principal amenaza para la tortuga marina era la pesca y el consumo de sus huevos y amabas prácticas se han logrado minimizar con las acciones de conservación; sin embargo, otras amenazas siguen impidiendo la recuperación de la poblaciones y el desarrollo es una de esas, “las tortugas, aunque son animales marinos y el 99 por ciento de su vida las pasan en el océano y el uno por ciento, que es fundamental, lo pasan en tierra, que es cuando las hembras depositan sus huevos y se lleva a cabo todo el proceso embrionario”, apuntó.

La especialista, dijo que el desarrollo costero está reduciendo la cantidad y bajando la calidad del hábitat de anidación para las tortugas; estos proyectos humanos en lugres como Progreso, Telchac, Chuburná y Sisal, conllevan contaminación lumínica, cuyo exceso de luz artificial no permite que las hembras salgan a anidar y afecta a las crías cuando nacen, porque se desorienta al buscar el camino al mar y mueren por deshidratación y depredación.

También la contaminación por residuos plásticos o sólidos, cada año se acumulan millones de toneladas en las playas de anidación, eso afecta a las hembras que no encuentran lugar para la anidación y a las crías porque les genera obstáculos para llegar al mar, donde también consumen estos residuos.

Asimismo, casi 14 mil 700 tortugas mueren al año en redes fantasma, que son artificios de pesca que se atoran y en vez de ser retiradas se cortan y se dejan, provocando la afectación de peces y mamíferos marinos.

“Casi todas las amenazas que tienen las tortugas marinas son causadas por el hombre, directa o indirectamente”, finalizó.

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