Jessilin Ávila Uribe, inteligencia y pasión suman al éxito
La nutrióloga y atleta de físico Wellness aprendió a combinar su vida profesional con el alto rendimiento deportivo


Hay caminos que no comienzan con una meta clara, sino con una pregunta honesta frente al espejo: ¿Y yo qué estoy haciendo por mí?
Así empezó la historia de Jessilin Ávila Uribe, nutrióloga de profesión y atleta de físico Wellness por pasión. A sus 31 años, ha logrado lo que pocos se atreven a soñar: combinar la vida profesional con el alto rendimiento deportivo.
Desde su primera competencia en 2021, ha ido construyendo una trayectoria sólida. En 2022 obtuvo el cuarto lugar en Wellness principiante en el 70º Clásico Mister México; en 2023 fue subcampeona nacional en la categoría novata, y en 2024, tras superar una lesión, logró el quinto peldaño nacional en el 72º Clásico Mister México, además de un destacado tercer puesto en su primera competencia internacional: la Diamond Cup.
Jessilin, sabe que el éxito no llega solo. Atrás hay disciplina, esfuerzo, una rutina exigente y, sobre todo, una red de apoyo que ha sido clave en su proceso.
Familia y amistades que respetan sus decisiones, su enfoque y que entienden lo que implica vivir bajo un régimen estricto, incluso en fechas especiales. Porque sí se puede tener vida social siendo atleta, pero se necesita carácter.
“Mi día comienza a las 5:00 am, cocino la dieta que tengo que llevar por la disciplina, voy a entrenar, tengo que ir a trabajar y termino como a las 11:00 de la noche, la organización y la coordinación son la clave, parece imposible, pero cuando se quiere conseguir una meta no hay chance para rendirse”, compartió.
Comentó que el físico-constructivismo es un deporte que exige mucho y pocas veces se reconoce: “En Yucatán hay talento de sobra, y es momento se apueste más por sus atletas, creo que si vieran cuantas medallas, trofeos y premios se han ganado, las instituciones deportivas pondrían los ojos y se apoyaría para poner al estado y a México en alto. Porque detrás de cada podio hay meses de sacrificios, gastos y entrenamientos que no se ven”.
Ávila Uribe repite “Somos una vez en la vida”, como mantra y ha decidido vivir la suya dejando huella, inspirando a quienes apenas van comenzando al demostrar que cuando el cuerpo y la mente trabajan juntos, no hay límites.