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Prolifera el subempleo en distintos cruceros de Mérida

En distintos cruceros viales de la ciudad es cada día es más común observar personas que ejercen subempleo con actos de malabarismo, indigentes o discapacitados de receta en mano para solicitar ayuda entre los automóviles y niños de la calle.

            El entorno urbano de Mérida cambió con la llegada de 40 mil nuevos residentes en la última década y el consecuente crecimiento urbano, de negocios, viviendas residenciales, apertura de colegios, más el aumento del parque vehicular.

            La densidad del tráfico ha provocado también que algunas glorietas como la de Cholul y Periférico fuera sustituida por un paso vial con semáforo y que ahora son utilizados por personas fuera del entorno económico para solicitar caridad.

Desde el mediodía al anochecer en cruceros del norte, centro y oriente aumentó la presencia de tragafuegos, vendedores ambulantes, franeleros e incluso disfrazados como personajes de las películas para llamar la atención de guiadores.

Estimaciones del DIF señalaban hasta 2022 unas 150 personas sin vivienda en calles del Centro Histórico pero ahora proliferan en avenidas como Quetzalóatl, Yucatán, calles 60 y 59, Fidel Velázquez y al menos siete tramos del Circuito Colonias.

            Escenas poco comunes en la Mérida todavía del 2010 hasta que en 2022 se desató el escándalo de las mujeres chiapanecas explotadas en Plaza Santa Lucía que estaban bajo el yugo de una red de traficantes para obligarlas a vender prendas y quedarse con las ganancias.

            Para el investigador social e impartidor de Valores de la Universidad del Sur, Rosiel Campos Librado, era una situación prevista por el aumento de indicadores económicos fuera del Centro Histórico donde se concentraba la mayor parte de la población indigente. Refiere que al expandirse la zona urbana hacia suburbios de mayor derrama económica, tráfico, comercios y restaurantes se extiende también la mendicindad.

            “Es un fenómeno no deseado pero real en los entornos urbanos, antes veíamos esto en grandes urbes como la Ciudad de México pero la realidad de una metrópoli en expansión como lo es Mérida con sus comisarías y vecinos aledaños será ésta. El desempleo y falta de oportunidades producen siempre mendigos, payasitos de crucero y toda clase de ambulantaje vial. Aquí el trasfondo es quienes se benefician de los niños que ofrecen mercancía en los cruceros o como el caso tan sonado de las chiapanecas”,señaló.

            Hacia finales de 2023, la Procuraduría de la Defensa del Menor y la Familia de Yucatán alertó de un crecimiento sostenido en el número de menores dedicados a la mendicidad. De acuerdo con el reporte fueron contabilizados 455 menores.

Fabio Fuentes

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