En Yucatán, decenas de niños y adolescentes esperan una segunda oportunidad para vivir en familia. Con el objetivo de agilizar los procesos de adopción, el Sistema de Protección Integral de Niños y Adolescentes del Estado de Yucatán (Sipinnay) está trabajando para reducir la burocracia y mejorar la atención psicológica de los menores, evitando su sobrevictimización.
María Elena Rivas Acevedo, secretaria ejecutiva del Sipinnay, destacó que los procesos de adopción están abiertos para matrimonios, parejas, personas solteras y miembros de la comunidad LGBTIAQ+, con el fin de garantizar hogares seguros y amorosos. Actualmente, 47 niños y adolescentes en Yucatán están en espera de ser adoptados.
El proceso de adopción en Yucatán requiere que los solicitantes pasen por una evaluación de idoneidad que dura entre tres y cuatro meses, seguida de un periodo de acogimiento preadoptivo de 30 a 60 días.
Los interesados deben demostrar que cuentan con los recursos económicos, educativos y las aptitudes legales, físicas, morales y psicológicas necesarias para garantizar el bienestar integral del menor.
En 2023, se abrieron 48 expedientes de adopción, resultando en 54 procesos concluidos. Sin embargo, en 2024, la cifra disminuyó a 47 expedientes, con solo 23 adopciones finalizadas.
La Casa Otoch, Centro de Asistencia Social para Niños y Adolescentes de Yucatán (Casnnay), juega un papel fundamental en el proceso de adopción. Este espacio permite la convivencia entre los niños y los interesados en adoptar, facilitando una transición cuidadosa y una adaptación gradual al nuevo hogar.
