Más de 280 mil yucatecos tienen 60 años o más, es decir, 12 por ciento de la población, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los cuales enfrentan varios desafíos, principalmente el maltrato, y la falta de oportunidades de empleos dignos, por lo que se debe concientizar a reflexionar sobre la difícil situación que atraviesa el sector, que ha dedicado su vida al trabajo, la familia y la comunidad.
En el marco del Día Nacional de las Personas Adultas Mayores, que se celebra este miércoles 28 de agosto, el director del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) en Yucatán, Juan Barea Canul, reveló que en lo que va del año han atendido 79 casos de maltrato a personas adultas mayores.
Destacó que en la mayoría de los registros la violencia proviene del ámbito familiar, lo que subraya la importancia de fortalecer los lazos familiares para prevenir las lamentables situaciones.
Reveló que el DIF Yucatán se enfoca en la atención directa al sector vulnerable y extiende su trabajo hacia las familias de estas personas.
“Este enfoque integral busca no sólo remediar el daño, sino prevenir futuros episodios de maltrato”, enfatizó.
Consideró que las personas adultas mayores son un pilar fundamental, en sus familias, en la sociedad en su conjunto, por lo que resulta vital su bienestar.
Según la Ley de Derechos de las Personas Adultas Mayores, el DIF solo puede intervenir en estos casos mediante denuncias ciudadanas que pueden presentarse directamente al DIF o a través de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), lo que permite una acción coordinada para atender.
El objetivo es que las personas mayores reciban apoyo psicológico, médico y jurídico, mejorando no sólo su calidad de vida, sino también de sus familias.
Barea Canul resaltó la importancia de que las familias comprendan y valoren el papel de las personas adultas mayores, no sólo como cuidadores o proveedores en el pasado, sino como miembros vitales de la familia en el presente.
Precisó que el Día Nacional de las Personas Adultas Mayores, que se celebra el 28 de agosto, es una fecha que invita a reflexionar sobre la situación del sector de la población que ha dedicado su vida al trabajo, la familia y la comunidad.
En Yucatán, la fecha tiene un significado especial, dado el contexto de los desafíos en el cuidado y bienestar de las personas adultas mayores, ya que es uno de los estados con un porcentaje significativo de población adulta mayor.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), cerca del 12% de la población del estado tiene 60 años o más, lo que equivale a aproximadamente 280 mil personas.
Este porcentaje es una clara indicación de la importancia de desarrollar políticas y programas enfocados en atender las necesidades del grupo etario. A medida que la población de adultos mayores continúa creciendo, también lo hacen los desafíos asociados con su cuidado.
“Los casos de maltrato no sólo son un reflejo de problemas individuales, sino también de carencias estructurales en la forma en que la sociedad y las familias atienden a sus miembros más vulnerables”, destacó Barea Canul.
Añadió que por ello que el DIF Yucatán refuerza continuamente sus programas y estrategias, buscando atender casos de emergencia, educar y sensibilizar a la población sobre la importancia del respeto y el cuidado hacia las personas mayores.
El funcionario llamó a la sociedad yucateca a reportar los casos de maltrato e involucrarse activamente en la creación de un entorno más seguro y respetuoso para los abuelitos, al precisar las diversas formas que existen, desde el abuso físico hasta el abandono emocional, al ser responsabilidad de todos garantizar que los derechos de las personas mayores sean respetados y protegidos.
Finalmente, reiteró que el trabajo para mejorar las condiciones de vida de los adultos mayores no puede recaer solo en las instituciones, pues es un esfuerzo conjunto entre el Gobierno, la sociedad y las familias, que debe guiarse por el reconocimiento del valor y la dignidad de los adultos mayores.
POLÍTICAS MÁS RIGUROSAS
Por su parte, el presidente de la fundación “La Felicidad Comienza A.C.”, Roberto Pinto Ontiveros, subrayó la importancia de establecer “medidas legales y reglamentarias robustas” para proteger a los adultos mayores y garantizar su bienestar.
Enfatizó que es fundamental que las leyes sean claras y se apliquen con rigor para asegurar que instituciones, medios de transporte y hospitales cumplan con sus responsabilidades y ofrezcan el apoyo necesario a esta población vulnerable.
Destacó la necesidad de que los gobiernos federal, estatal y municipal implementen reglamentos específicos que incluyan sanciones para quienes no respeten los derechos de los adultos mayores, pues según él, la falta de claridad y aplicación rigurosa de las leyes actuales ha permitido que muchos adultos mayores se encuentren en situaciones precarias, sin acceso a los servicios y cuidados que merecen, y en el peor de los casos maltratados e incluso estafados por sus propios familiares.
El líder de la fundación señaló que, además de las leyes, es crucial proporcionar orientación y apoyo en aspectos esenciales como el acceso a medicamentos y servicios médicos.
Resaltó que muchos adultos mayores, debido a la necesidad económica, suelen emplearse en trabajos como empaquetadores o “viene viene”, donde no reciben un salario fijo y dependen únicamente del apoyo del prójimo, situación que los deja sin servicios médicos básicos.
En este sentido, consideró importante el fortalecimiento de las políticas públicas, haciendo partícipes a asociaciones y fundaciones que conocen de primera mano la realidad que viven muchos adultos mayores. Esto, según él, es esencial para implementar políticas y programas eficaces que realmente mejoren la calidad de vida de esta población, promoviendo un entorno más inclusivo y justo.
Expuso que en Mérida es necesario apostar por políticas a largo plazo que aborden el envejecimiento poblacional, sugerencia que no está lejos de la realidad pues según datos estadísticos, en Yucatán, por cada 100 menores de 15 años, hay 34 personas mayores, y se proyecta que para el año 2050, esta proporción será de 104 personas mayores por cada 100 menores.
