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La comunidad de San Crisanto ha recuperado el 90 por ciento del manglar

En una labor de ya casi 30 años, la comunidad de San Crisanto ha logrado la recuperación del 90 por ciento del manglar, afectado por huracanes y, principalmente, por las actividades antropogénicas, destacó José Inés Loría Palma, presidente de la Fundación San Crisanto.
Dijo que estas acciones de recuperación del manglar empezaron en 1995, cuando se vio la necesidad de empezar a trabajar, en conjunto con la comunidad, para recuperar este espacio que venía cambiando, afectado también por los huracanes, en aquella ocasión fue Ópalo.
El ejido de San Crisanto cuenta con alrededor de 850 hectáreas de manglar, que en 2022 fueron afectadas el 99 por ciento por el huracán Isidoro. Expuso que, además, la planeación incorrecta del desarrollo urbano también generó el deterioro de el ecosistema a lo largo de la costa yucateca.
“Este trabajo se empezó en 1995, cuando nos dimos cuenta que era importante, no había carreteras, era una ría que conectaba Punta Caracol que pasaba por Río Lagartos, San Felipe las Bocas de Dzilam y salía hasta Celestún”, expuso.
Parte de las acciones que se tomaron, expuso, fue dividir una carretera para restablecer los flujos de agua naturales para la supervivencia del manglar y con ello se inició la restauración hidrológica del manglar, en ese momento.


“En el 95 Ópalo dio la puntilla para empezar pues indujo a la comunidad a tomar acción, hacer los pasos de agua y una restauración del manglar, que culminamos en 2001 con 11 mil 300 metros de manglar restaurados”, dijo.
En 2002, reiteró, el huracán Isidoro dañó un 99 por ciento del manglar, del que ya se ha recuperado un 90 por ciento y gracias al trabajo hecho, en conjunto con la comunidad, se le reconoce como de los mejores manglares restaurados de México.
Lo anterior, dijo, ha derivado en impactos sumamente positivos, pues se ha detonado un turismo ecológico en la zona y, además, se ha logrado la recuperación no solo del manglar sino de muchas especies.
“Ha aumentado el volumen de peces, de cocodrilos que hace 20 años era difícil ver uno y del monitoreo ahora tenemos unos 330 animales marcados”, comentó.
En 2022, recordó, llegaron por primera vez a anidar en la zona flamencos, lo que fue un espectáculo increíble.
“Como alguien nos dijo, en 2022 que tuvimos la anidación en San Crisanto en más de 10 mil nidos, era como el regalo que nos hacía la naturaleza por haberle dedicado nuestro tiempo para restaurar y fue una cuestión genial, maravillosa, que impactó mucho en la comunidad y que se organizó para proteger a esta especie”, señaló.

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